El lenguaje corporal canino

miércoles, 15 de diciembre de 2010

El lenguaje corporal canino es sumamente importante. Los humanos hemos perdido parte de esta habilidad por el desarrollo que hemos alcanzado con el lenguaje oral. El habla ha sustituido en las personas otras valiosas e interesantes formas de expresión que son fundamentales en la especie canina.

Al igual que nosotros, los perros tienen músculos faciales capaces de dar diferentes expresiones a la cara. Los labios pueden enrollarse hacia adentro, las orejas son extremadamente móviles, incluso algunos perros pueden levantar la cejas cuando están muy sorprendidos por lo que acontece a su alrededor.

La mirada, la posición de los ojos, los movimientos de la cola, los distintos gestos se combinan en el perro en diferentes secuencias estableciendo un complejo mosaico, que deberíamos tratar de descodificar.


Ojos, orejas, cola, boca...



Los ojos muy abiertos nos trasmiten temor, la mirada fija puede significar desafío; una postura característica en los perros dominantes. Si a nuestro can le cuelga la lengua es que está relajado, las orejas hacia atrás denotan temor o una sospecha. Si en cambio permanecen erectas, es que está alerta ante lo que le rodea. Por cierto, si os muestra los dientes no necesariamente estará demostrando agresividad.

La cola en movimiento se traduce por una alegría difícil de disimular. Aunque hay que tomar en cuenta que en ocasiones puede querer trasmitir un deseo de relacionarse, que no siempre refleja buenas intenciones (sobre todo si hace en un movimiento lento). Una cola erecta significa dominio; si está baja, relajación, que no es lo mismo que entre las piernas o curvada, donde está demostrando temor o sumisión.

En ocasiones hemos contribuido a limitar estas facultades expresivas, por ejemplo con los cortes estéticos de orejas o de cola, disimulando parte de sus recursos comunicativos y dificultando también la comunicación con sus propios congéneres. La cría selectiva realizada en el correr de los siglos ha hecho en algunas razas que un pelo excesivamente largo o unas orejas colgantes hayan modificado asimismo sus posibilidades de comunicación.



Posturas que hablan por sí mismas


Un perro agachado con las patas delanteras extendidas y la espalda curvada está invitando a jugar: cuando está en una postura sumisa es frecuente que se gire para mostrarnos sus partes vulnerables. Si el cuerpo está tenso, muestra los dientes con las orejas hacia atrás y mantiene la cola rígida es que tiene miedo, si la cola está erecta, las orejas hacia arriba y los dientes al descubierto mostrando incluso los incisivos, está preparado para atacar. Un perro relajado y feliz lleva su cola sin tensión junto al cuerpo, con sus mandíbulas descontraídas, moviéndose libremente con la cabeza en alto.

Nuestros perros son animales domesticados, pero continúan comunicándose como sus antepasados los lobos. Las señales olfativas les permiten identificar a los individuos. Los perros tienen glándulas que secretan determinadas sustancias olorosas que les permiten diferenciarse del resto.

La orina es otro mecanismo con el que cuenta esta especie para marcar un territorio y poner su sello de identidad. Las hembras también utilizan este instrumento para anunciar a la comunidad su deseo de aparearse. Las señales auditivas constituyen otro importantísimo recurso comunicativo. Los ladridos de diferente tonalidad permiten comunicar un saludo, una advertencia, un deseo de jugar, una petición de auxilio.



4 maneras de acostarse



Aunque los perros no nos cuenten sus sueños, sí nos envían claros mensajes a través de la forma en que duermen. Descubre qué nos revelan estas muy corrientes posiciones para dormir:

Boca arriba, con las manos en alto: No te ilusiones creyendo que un perro que duerme sobre su lomo, con las manos colgando en el aire, se siente muy relajado y seguro. Esta posición, por lo general la adoptan los perros cuando necesitan enfriar su cuerpo. Casi siempre, los perros tienen menos pelaje en el vientre, y además, no sudan, como sí podemos hacer los humanos.

Posición fetal, rígida: Un perro hecha un ovillo, con su cabeza curvada hasta tocar su cola, quizá esté bien dormido, pero no puede soñar.

Lomo contra la pierna: Un perro que duerme de lado pero recostado el lomo contra ti, en la cama, muestra claramente el deseo de permanecer a tu lado. En otras palabras, en la mente del perro, tú eres el amo omnipotente.

Por la almohada hasta el poder: Los perros que reptan por toda la cama hasta alcanzar la cima de la almohada están demostrando que quieren dominar. En un ambiente salvaje, el líder de la manada duerme donde le provoca y, generalmente, lo hace en le sitio más alto. No deje que el perro duerma en tu almohada. El mensaje que le transmites es que él, y no tú, es el líder de la casa

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